En muchos aspectos es muy difícil saber con exactitud los detalles anteriores y ulteriores de la vida de Rahab. Sin embargo, sí hay algo que establecer, y es que Dios puede obrar maravillas en la vida de las personas. Puede ser que tú seas uno de quienes han caído tan bajo que creen que no hay alternativa. Sin embargo, la mayor lección de la vida de Rahab es que no importa cuán bajo hayamos caído, siempre es posible levantarse. Siempre es posible mirar hacia el Cielo y encontrar un lugar hacia dónde ir. Hay esperanza. Hay vida. Hay salvación. De eso se trata la vida con Cristo.