Por cierto, no son pocos los historiadores del racismo que defendieron la idea de que el siglo XVIII fue “la cuna del racismo moderno” (Mosse, 1978, 1). Michael Banton demostró, sin embargo, que la raza, entendida como el resultado social y político de teorías biológicas falsas, articuladas con el interés imperial, no existió hasta entrado el siglo XVIII (Banton, 1998)