Le he pedido tan poco a la vida, y ese mismo poco la vida me lo ha negado. Un haz de parte del sol, un campo […], un poco de sosiego con un poco de pan, no pesarme mucho el conocer que existo, y no exigir nada de los demás ni exigir ellos nada de mí. Esto mismo me ha sido negado, como quien niega la sombra no por falta de buenos sentimientos, sino para no tener que desabrocharse la chaqueta