El sistema de los objetos (1968) ofrece una crítica cultural de los productos de la sociedad de consumo. Mediante categorías freudianas y saussurianas, y con una perspectiva esencialmente marxista, consigue transmitir todas las ideas candentes de la época. Baudrillard propone una triple clasificación de los objetos que solemos usar cotidianamente: funcionales, no funcionales y metafuncionales. El análisis semiológico de la decoración y del diseño de interiores le sirve para contrastar objetos funcionales «modernos» y «tradicionales». Su tratamiento de objetos no funcionales o «marginales» se centra en las antigüedades y en la psicología del coleccionismo. La categoría metafuncional aborda los objetos inútiles, aberrantes, «esquizofuncionales». Finalmente, analiza las implicaciones del crédito y de la publicidad en nuestra vida diaria. Se trata de un tour de force de semiótica materialista del primer Baudrillard, quien, en retrospectiva, se revela como una referencia iluminadora sobre las ideas de la época: Bataille y su política económica del «gasto»; la teoría del regalo de Mauss; la muchedumbre solitaria de Reisman y la sociedad tecnológica de Jacques Ellul; el estructuralismo de Roland Barthes en El sistema de la moda; el estudio de Henri Lefebvre acerca de la construcción social del espacio y, por último, la crítica situacionista del espectáculo, de Guy Debord. A esta obra le sucederán La sociedad de consumo (1970) y Crítica de la economía política del signo (1974).