La vía del creativo

Como el tirador de arco, tienes que adoptar el principio del desprendimiento y aceptar la idea de que el blanco no es el objetivo. El objetivo está más allá. Como dice el maestro del tiro con arco Kenzo Awa: “Tus flechas no llegan, […] porque espiritualmente no llegas lo suficientemente lejos. Actúa como si el objetivo fuera el infinito”.32 Apunta a lo imposible, porque, en realidad, no existe objetivo demasiado pequeño ni demasiado grande. Lo que cuenta es nuestra intención. Una intención suave y relajada, como la que ponemos en conducir a un niño por el buen camino. Dicha intención se manifiesta en la acción, y de esta acción nace el desprendimiento. Así, puedes tener la mayor de las ambiciones, pero para cumplirla deberás partir de la intención más sencilla. El autor Jean Echenoz a eso lo llama “la insistencia”.

Según Shunryu Suzuki: “El espíritu del principiante contiene muchas posibilidades, pero el del experto contiene pocas”. Adoptar el espíritu del principiante implica ser capaz de conservar una actitud atenta y abierta. La fuerza del hábito y el miedo nos pueden hacer perder ese espíritu.

Tienes que saber, en primer lugar, que la guía del samurái existió y existe realmente. Se trata de un libro llamado Hagakure. En japonés, la palabra hagakure significa “oculto bajo las hojas” u “hojas ocultas”. El libro es una recopilación de las conversaciones mantenidas durante siete años por un aprendiz de samurái, Tashiro Tsuramoto, y un maestro jubilado de unos 50 años, Yamamoto Tsunetomo, y fue escrito a mediados del siglo XVIII.

LA KATA DEL CREADOR UNIVERSAL
Teje el mundo con aquello que eres: músico, tu universo estará hecho de canciones y armonías; diseñador, todo tendrá forma de proyecto; pintor, todo será color; escritor, tu mundo será puro relato. No pierdas tu energía luchando contra el mundo exterior. Él es tú. Toma conciencia del modo en que constituyes tu universo. Observa qué cambios trae eso consigo

LA KATA DEL POLIMORFISMO
La próxima vez que te bloquees con una tarea o una entrega importante, imagina que eres otra persona. Escoge una persona conocida, a la que admires, o crea un personaje ficticio. Es interesante partir de personas que no tienen absolutamente nada que ver con lo que tienes que hacer

No somos lo que desaparece, somos el testigo de esa desaparición

Para los japoneses constituyen una manera de aproximarse al momento que no es un momento. De este modo, mitigan la presión del ego y crean las condiciones necesarias para aprehender el instante presente. Herrigel nos explica que los rituales de la cultura japonesa son herramientas de concentración para el artista, cuyo objetivo es “alcanzar un punto en el que el saber se espiritualiza”. Cita la práctica de la caligrafía, en la que el calígrafo “examina y prepara” sus pinceles, coloca la hoja de papel con minuciosidad, se concentra en silencio y comienza su obra imbuido en el continuo de esta “concentración impasible”. El florista experto en arreglos florales separa cada tallo delicadamente, los observa durante largo rato, escoge los mejores, los curva con pericia y los dispone juntos en un jarrón escogido con esmero. El ritual favorece la concentración, que ayuda a su vez a liberar el pensamiento creativo, lo que hoy en día algunos llaman “entrar en flow”, con el fin de alcanzar ese estado de conexión y de llegar a “presentir aquello que habita en los oscuros sueños de la naturaleza”. La actividad creadora da “la impresión del desarrollo completo de un todo”

Nuestra necesidad de crear deriva siempre de una falta. Deberás partir de la idea de que vas a escribir el libro que te gustaría leer, de que vas a componer la canción que te gustaría escuchar o de que vas a diseñar el cartel que te gustaría ver.

Quiero decir que las ideas van haciendo su trabajo. Los cuadros producen ideas. Las ideas no producen cuadros”

“El verdadero arte no tiene objetivo ni intención. Cuanto más obstinadamente perseveres en querer aprender a lanzar la flecha con vistas a alcanzar un objetivo seguro, menos posibilidades de éxito tendrás y más se alejará de ti dicho objetivo. Cuando tu voluntad tiende demasiado hacia un fin, se convierte en un obstáculo para ti”