A pesar de la gran diversidad de pueblos, naciones y sociedades nativas que conformaban la realidad sociopolítica de Mesoamérica, el Estado mexicano elige identificarse con Tenochtitlan y no con Tlaxcala o con las sociedades purépechas, por mencionar algunas posibilidades. Esta apropiación de lo mexica se mantiene en las prácticas nacionalistas mexicanas actuales que, por ejemplo, caracterizan a los miembros de la selección nacional de futbol como “guerreros aztecas” que defienden el honor de una misma unidad que es México.