Si la felicidad, como nos enseña Osho, es la naturaleza básica de la vida, la alegría es su dimensión espiritual. A través de ella comenzamos a entender nuestro valor intrínseco y nuestro sitio en el universo. Aceptar la alegría es tomar la decisión de fluir con el río de la vida, dar gracias por estar vivo y por todas las oportunidades y transformaciones que nos brinda la existencia, y, en contra de lo que piensan muchos, no es poner condiciones o plantear exigencias a la felicidad. Como las otras obras de Osho, Alegría aporta nueva luz a nuestras creencias y actitudes, nos pone en el camino de ser nosotros mismos, nos ayuda a preservar nuestra individualidad; es también una fantástica investigación de la fuerza y la importancia que tiene la felicidad en nuestras vidas. A través de una sabia mezcla de compasión y humor, anima a los lectores a enfrentarse a ese reto que solemos evitar, el que nos de la llave de nuestro verdadero interior y la voluntad de ser coherentes con una vida que queremos plena y por tanto, inevitablemente, feliz.