Cuando el príncipe llegó de visita, nadie pensó que la princesa se enamoraría a primera vista. Y mucho menos que, al marcharse, ella decidiría atravesar el desierto para ir a su encuentro.
Con la luna nueva, su viaje inicia. En el camino, la princesa descarta su corset, sus zapatos y, capa a capa, desgaja su vestido. Aunque la travesía es dura, poco a poco descubre la belleza escondida del desierto y también su propia fuerza.
Pero al llegar a destino, nada es como lo esperaba. Ni siquiera ella misma.
Todo la incomoda: la ciudad, la ropa, la charla insustancial de quien fuera su amado. Desconcertada, se pregunta quién es ese príncipe del otro lado de la mesa, al que el amor ni siquiera lo ha despeinado. ¿Y quién es ella, ahora? ¿Qué desea? Después de semejante travesía para llegar a donde ya se encuentra, ¿podrá arrepentirse y cambiar otra vez el curso de su vida?