En la actualidad, el entretenimiento se está abriendo paso en todos los ámbitos de nuestra vida cotidiana, propiciando un cambio fundamental en lo relativo a la comprensión del mundo.
Sin embargo, esta tendencia hacia la ludificación choca con la tradición occidental. El ocio es relacionado con la distracción, la holganza y la intrascendencia, con la consecuencia de un mundo hedonista destinado a la decadencia y la nulidad. Asimismo, se opone al espíritu de la Pasión, cultivada por las culturas cristianas, en la que se enaltecen el trabajo y el esfuerzo, el sufrimiento y la seriedad. Una prueba de ello es que el arte es considerado como tal si presenta dichas cualidades: sin padecimiento hay banalidad. Ante tal oposición, parece imposible una reconciliación. Sin embargo, ¿son realmente tan distintos y antagónicos el puro absurdo del juego con el puro sentido de la Pasión?
En este perspicaz ensayo, Byung-Chul Han analiza y relata, tomando como referencia a Kant, Hegel, Nietzsche, Heidegger, Luhmann o Rauschenberg, las numerosas formas de entretenimiento surgidas a lo largo de la historia y muestra el arraigamiento del ocio en nuestro sistema social. Tan amena como productiva, esta obra nos plantea una original reflexión sobre si todavía se puede mantener la dicotomía entre Pasión y entretenimiento.