Este libro ofrece un estudio acerca de la historia posterior a la debacle algodonera siguiendo tres ejes. En primer lugar, el estancamiento demográfico y económico que, a la vez que expulsó a miles de habitantes hacia Estados Unidos, hizo que el norte dejara de atraer a habitantes del centro y sur del país. En segundo lugar, la inconformidad política, la de las clases populares, propia de las décadas de 1960 y 1970, y, a partir de la década de 1980, la de empresarios y propietarios. Por último, el adiós al optimismo, que se nutrió de problemas ambientales, de dificultades propias del estancamiento económico y del impacto de la violencia moderna, resultado a su vez del ascenso del narcotráfico. El auge de la música norteña, también posterior a 1970, simboliza al norte sin algodones.