Muchas personas creen que la ira en la población mundial está aumentando a una taza alarmante. Se han propuesto diversos motivos como la causa de este fenómeno: la violencia en los programas de televisión y las películas; el uso de sustancias químicas y aditivos en los alimentos procesados; la fumigación de cultivos; las estelas químicas producidas por las aeronaves; el abuso en el consumo del alcohol y otras substancias; la disminución del autocontrol; el creer menos en Dios; la falta de respeto hacia las figuras de autoridad tradicionales; entre mucho otros. Vale la pena mirar de cerca al enojo y la agresión para lograr tener una comprensión más profunda de los arrebatos emocionales que requieren con frecuencia la aplicación de técnicas para el control de la ira. La frustración es la causa principal de la ira. Sin embargo, esta no aparece de la noche a la mañana; más bien se presenta cuando los temas de fondo le hacen surgir. Por tanto, la frustración es un sentimiento o estado profundo y continuo de insatisfacción y de falta de confianza que surge de agravios no resueltos o de necesidades y deseos no cumplidos. Este pequeño libro trata brevemente estos temas. Su propósito principal es mostrar cómo conseguir ayuda, especialmente a quienes les inquiete el tema de la ira. Los artículos presentados aquí pueden ser utilizados también en las publicaciones propias de la persona que lo haya adquirido.