Subrayar y reconocer la participación económica de las mujeres es importante para valorar su intervención como un agente modificador de las actividades empresariales, sociales y culturales de sus comunidades. Las empresarias nos muestran un camino para lograr el empoderamiento de las mujeres y cambiar los roles de género, lo cuales van reconfigurando con su independencia económica. Además, el emprendimiento femenil representa un medio potencial para aminorar las desigualdades de género. Es importante reconocer que las mujeres empresarias contribuyen económicamente en los sectores donde participan, apoyan el crecimiento de la economía global y de la productividad, favorecen la creación de empleos y los niveles de educación, además de representar una fuente de lucha contra la pobreza.Este libro surge a raíz de una investigación académica realizada con mujeres empresarias en Sinaloa. El estudio quedó plasmado en el libro Mujeres empresarias y autoempleadas. Nuevas identidades femeninas y empresariales en construcción, editado por la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS). De esa investigación científica, teórica y metodológicamente ilustrativa sobre la cons— trucción de identidades empresariales femeninas, obtuve un acercamiento muy importante a las vivencias y retos que enfrentan las empresarias y decidí realizar una investigación más amplia, entrevistar a más mujeres y publicar una nueva obra con sus historias completas, desde una perspectiva empresarial y de género.Como resultado de esta nueva investigación de recopilación y análisis de relatos etnográficos, escribí 20 narrativas biográficas. Las historias que se presentan fueron seleccionadas al azar y con base en la disposición que tuvieron las entrevistadas para contarme sus experiencias. A ninguna de ellas las conocía antes de realizar las entrevistas, salvo a la última protagonista de estas historias y a una compañera de trabajo. Para efectuar las entrevistas, primero me informé de su existencia, las contacté por correo, teléfono o directamente en sus oficinas y después pactamos una cita. Las entrevistas se realizaron en algún café, en sus centros de trabajo o incluso en sus propias casas, donde muy amablemente me recibieron. Me dedicaron su tiempo, me permitieron cuestionar libremente y conocer su historia personal, familiar y empresarial. Con cada una de ellas experimenté una conexión muy importante, pues me brindaron su confianza y me abrieron las puertas de sus secretos; un profundo agradecimiento para todas. También hubo quien se negó a la entrevista o nunca confirmó un encuentro; por ende, no están en la narrativa; lo bueno de esto último es que quedaron muchas más historias pendientes por contar, no solo de mujeres empresarias, sino también mujeres activistas, políticas, profesionistas y amas de casa. Después de este trabajo considero que se deben seguir contando historias de mujeres, hacer una historia diferente y dejar evidencia contundente de ello.