—En realidad, no son alucinaciones. Nosotros lo llamamos trastorno de despersonalización —comenzó a decir—. Es una respuesta de huida de tu cerebro. Un mecanismo de defensa. —Levantó la vista del bloc y me miró—. Generalmente, este trastorno lo desencadena un acontecimiento estresante grave. En tu caso, creo que se debe al maltrato físico y emocional que sufriste en tu infancia, y que más tarde reforzó la muerte de tu madre y el abandono de tu hermano.