Tienes que mirar

Me enseña unos ejercicios de respiración simples pero efectivos para calmarme y bajar la frecuencia del pulso (el secreto es sencillo: la exhalación debe ser mucho más larga que la inhalación), así como para relajar la musculatura (también es fácil: para relajar los músculos, primero hay que tensarlos al máximo).

Esta naranja será tu alegría. Cuando te sientas triste, apriétala en la mano. Y esta lila representa la confianza en ti misma. Si dudas de tu inteligencia o de tu belleza, cógela, así… Esta azul, en cambio, es tu fu

No quiero distraerme. No quiero «olvidarme de eso cuanto antes». Quiero recordar. Quiero hablar de mi hijo muerto.

En cualquier caso, yo saqué a mi hija de aquel círculo

va a ser un parto. Debo estar consciente. Tengo que pasar por tres etapas: dilatación cervical, empujar deliberadamente y expulsar el feto.

No sabe que esto es una despedida.

Por favor, que esté bien. Que no sufra.

Sencillamente, unos están convencidos de que no hay razón por la que sufrir. En cambio, los otros están convencidos de que el dolor es la norma.

No hay ninguna razón para sentir dolor.

Aquí es costumbre aliviar el dolor, tanto el espiritual como el físico, empleando todos los medios disponibles.

Es decir, no es que lo piense, sino que lo siento así.