«Nunca es demasiado tarde para ser lo que podrías haber sido» —George Eliot.
Las malas acciones de Aleksi Kozlov bastan para perder lo único valioso en su vida.
Basta una sola mirada de Bella Foster para comprender que solo ansía libertad.
Basta una promesa inquebrantable de alguien nuevo para luchar hasta el final.
Y he ahí el punto de encuentro entre polos opuestos.
Cuando la belleza es poder, el dinero debilidad, y la imperturbabilidad un don; el deseo de romper las reglas predispuestas se convierte en lo único razonable.
Porque basta con solo ver una rosa roja en su máxima expresión para comprender que su encanto desvirtúa las espinas que brillan ante su mención.
Una historia llena de pasiones, y traiciones con protagonistas inigualables. Un juego sin fin en el cual las apariencias cumplen el rol más importante.
El sufrimiento será inevitable.