En Tanzania le espera la garganta de Olduvai, conocida también como la cuna de la humanidad; el Kilimanjaro con sus eternas nieves y cumbre de África; Zanzíbar de colores tornasolados, con su mar turquesa y sus palmeras inclinadas; por último la ruta de las especias. Y la gente… Hay más de 120 tribus que se reparten el territorio de manera pacífica. De la gigantesca tribu de los bantúes, que representa el 98% de la población, a la de los masáis, la más conocida, centenares de grupos étnicos conviven en las tierras sagradas de Tanzania. Tierra de historia, de encuentros y de acogida, tierra de los hombres de buena voluntad, de paisajes cautivadores y de animales en libertad, Tanzania es verdaderamente plural.
Tanzania, un país que a muchas personas les resultará difícil ubicar en un mapa, es indiscutiblemente uno de los últimos paraísos en la tierra. Desde la cima del Kilimanjaro (5.895 m), el punto más alto del continente africano, hasta el majestuoso monte Meru, el hombre es consciente de que la naturaleza es el rey. Los animales están aquí en su casa: elefantes, innumerables cebras y ñus, leones, guepardos y leopardos, elegantes gacelas e inquietantes cocodrilos, pelícanos y flamencos… Pero Tanzania es mucho más que esto. Son sus gentes, sus paisajes, la garganta de Oldubai, origen de la humanidad, sus lagos y costa…
País de paradojas, Tanzania asombra y sorprende.