Tras el éxito de sus dos magníficos libros anteriores, Rousseau no usa bitcoins y Por fin me comprendo, Alfredo Sanfeliz, el «Harari español», vuelve a sacudirnos con un gran ensayo sociológico acerca de las paradojas y absurdas creencias que se dan en torno al funcionamiento de nuestra sociedad, poco visibles pero que de hecho condicionan nuestro desarrollo, convivencia y bienestar.
Nos encontramos anclados en mentalidades que no conciben una sociedad con formas diferentes de rentabilidad o con sistemas de motivación no basados en el dinero tal y como hoy funciona este. Pero tales aspectos deben ceder espacio en favor de la búsqueda de un verdadero bienestar emocional, humano y espiritual. Y esto no es algo que vaya a ocurrir, sino que ya está ocurriendo.