Una madre y un padre que amen a sus hijos, como resultado de ese amor, serán responsables por sus hijos. Así les brindarán comida sana y saludable, les proveerán cuidados para una buena salud –por ejemplo, vacunarán a los niños–, y se preocuparán por su educación. Siempre dentro de sus posibilidades y circunstancias.
Una vez que se ha cubierto lo básico: comida, salud, educación, si quedan recursos disponibles, léase dinero, tiempo, fuerzas, los padres brindarán a sus hijos salidas lúdicas, juegos, cine y entretenimientos variados, socializar con amigos y compañeros de colegio, y le permitirán ver televisión o cualquier otra distracción hogareña, como decíamos antes, según sus posibilidades. También, festejarán cumpleaños u otros eventos especiales, como Día del Niño, Halloween o lo que se acostumbre en cada lugar.