A través de sus impecables razonamientos y de su vigor intelectual, Cuesta sacudió los cánones de la cultura en las primeras décadas del siglo XX. Su corta vida dejó en la memoria de amigos y conocidos las marcas profundas de la amistad y de la admiración hacia una de las inteligencias más destacadas de su tiempo. Sus ensayos y textos en prosa, a pesar de la importancia que tienen en la literatura hispanoamericana, permanecieron dispersos durante varias décadas.