Esta novela fue concluida por Mishima la misma mañana del día de su suicidio. Se inicia con la adopción del joven Toru por parte de Honda, viejo y acaudalado jurista. Toru, prototipo de belleza masculina, frío e imperturbable, evoluciona desde un talante ejemplar hasta alcanzar una sublimación del individualismo de modo cada vez más inhumano y autodestructivo. Una gran novela en donde Mishina expresa su desprecio por el Japón moderno y por el progreso económico, causa de la pérdida de los valores espirituales.