La belleza ampliando los contenidos en el poema breve.
Como concepto, sentimiento o imágenes ofrecidas en frases comunicantes, la palabra belleza hace del lector un protagonista de vuelos elevados o pedestres de acuerdo con la envergadura de sus alas. Podrá decirse belleza, bello, hermoso y hasta bonito para despertar, en aquel que lee, figuras, lugares, sensaciones o recuerdos placenteros y nítidos.
Creo que al mencionar a la belleza estamos pensando en el concepto; en cambio al nombrar lo bello, por ejemplo en el poema, el objeto mencionado como tal, sin más, adquiere otra dimensión y características hasta grandiosas en la mente del gozador de los versos sin olvidar la carga subjetiva en la apreciación individual que hace el lector. Supongo que bello y hermoso encierran similares adjetivaciones al ser aplicados a materias o seres determinados. En cambio el decir bonito estamos pensando buenamente o con largueza a propósito de la hermosura de esa imagen que enfrentamos. Como ejemplo de esta última afirmación me apoyaré en la figura del pez bonito que se ganó ese nombre, generosamente, por su cuerpo alargado, robusto, bien proporcionado y con su esbeltez colorida.