almorzaremos...
Seina no prestó demasiada atención a las explicaciones de la chica con pelo de algodón de azúcar respecto a los salones audiovisuales y de juegos, los talleres, el gimnasio, la cafetería...
—Ippi... perdón, no consigo memorizar tu apellido, ¿podemos dejarlo en Ippi?
—¡Por supuesto! ¡Y será un nombre para tu uso exclusivo!
—Se supone que una de tus funciones es resolver mis dudas...
—¡LA QUE SEA, LA QUE SEA!... ¿qué es lo que no comprendes?
—No comprendo qué tengo de especial para que me asignen “una dama de compañía”. No ve