La pequeña aldea de Explotia, situada entre las cristalinas aguas del río Yi y las imponentes cumbres de la sierra de Balou, pasará, en escasos cincuenta años, de tener unos pocos cientos de habitantes a transformarse en una megalópolis de más de veinte millones de almas capaz de rivalizar con Pekín y Shanghái. Esta titánica transformación, que se cimenta sobre la corrupción, la prostitución y la ambición desmesurada (representada por los respectivos líderes de los dos clanes dominantes: el alcalde Kong Mingliang y la poderosa empresaria del sexo y la noche, Zhu Ying) acarreará inesperadas consecuencias para Explotia y sus habitantes.
Una vez más, Yan Lianke, uno de los más grandes maestros de la literatura china contemporánea, nos sorprende con esta Crónica de una explosión, un texto que muestra las profundas heridas abiertas en la sociedad china actual y nos ofrece una imagen especular del gigante asiático que, al igual que la diminuta aldea, ha vivido durante las últimas décadas cambios tan increíbles y profundos que, muchas veces, sus resultados parecen sacados de una fábula fantástica.