Un interesante y ameno recorrido por la anatomía de catorce animales que han servido de inspiración a la ciencia para crear los inventos más insospechados.
A lo largo de la historia, el ser humano fue descubriendo que muchas herramientas y soluciones para mejorar su vida se encontraban más cerca de lo que pensaba. Al observar la naturaleza con atención, comprendió que la clave para resolver sus problemas estaba, ni más ni menos, en la anatomía de algunos seres vivos; solo había que copiar las técnicas o mecanismos que estos habían desarrollado y trasladarlos a objetos o sistemas aptos para las personas. Así surgió la biomímesis, es decir, la ciencia que estudia la naturaleza como fuente de inspiración para desarrollar nuevas tecnologías y resolver algunas de las dificultades que afronta el ser humano.
Lo que aprendemos de los animales incluye especies extintas, como el mamut; algunas exóticas y poco conocidas, como la hormiga plateada o la cigarra mágica, pero también nos sorprenderán otras más comunes, como la cucaracha, el mosquito o el murciélago.