Witold es un boomer en un mundo de millenials que no entiende y que se embarca en un periplo de autodestrucción. Es un erudito, que se refugia en una realidad de su propia invención para sobrellevar su penosa existencia. A través de una puesta en escena esperpéntica, el protagonista deambulará por lugares dispares y se encontrará con diversos personajes muy distintos a él. Pero un nombre, Sabina, es clave para entender toda la acción. Sabina es el único amor posible —e imposible— para Witold, porque no es correspondido.