En Invierno reunimos, compilados por Peter Saint-André, fragmentos de distintas fuentes (principalmente de sus diarios), en los que Henry David Thoreau reflexiona, entre diciembre y febrero, sobre los efectos del invierno en las vidas de las personas.
Vean estos árboles, tan desnudos o crujientes con sus hojas marrones marchitas, excepto las perennifolias, sus capullos latentes al pie de los pecíolos. Vean los campos, rojizos y marchitos, y los varios setos y malezas con culmos secos y descoloridos. Tal es nuestra relación con la naturaleza en este momento; tales las plantas que somos. No tenemos más savia ni verdor ni color ahora… Pero aun en invierno mantenemos una alegría moderada y una vida interior serena, no nos falta calidez y melodía.