motivos que tal vez explicaran por qué el SARS se originó allí. Uno de ellos era la aglomeración de animales salvajes, insólita y sin precedentes ecológicos. En su hábitat natural, los murciélagos de herradura, que viven en cuevas, jamás se codearían con civetas de las palmeras, una especie de felino que vive en los árboles. Tampoco ninguno de ellos se acercaría en condiciones normales a tan corta distancia de la gente. Pero los tres estaban juntos en el mercado de animales vivos de Guangzhou. El hecho de que el virus