Se puede amar un libro malo por su mala sombra, por su pomposidad o por su atrevimiento, si uno tiene ese apetito voraz por las cosas humanas que espero de todo corazón que tú nunca sufras. «El alma saciada desprecia el panal de miel, mas para el alma hambrienta todo lo amargo es dulce.» Se pueden encontrar placeres donde uno nunca los buscaría. Éste es un fragmento de sabiduría paternal, pero también es la verdad del Señor y algo que conozco por mi propia y larga experiencia.
Con bastante frecuencia, cuando alguien veía encendida la luz de mi estudio muy entrada la noche, eso sólo quería decir que me había quedado dormido en la silla. Mi fama es, en gran medida, hija de la benévola imaginación de mi grey, a la que siempre preferí no desilusionar,