¿Qué es ser una hija, un hijo? Las respuestas son múltiples; ya las ensayaron, entre otros, Philip Roth, Vivian Gornick, Delphine de Vigan, Mauro Libertella, Richard Ford. En esta primera novela de Catalina Lascano, ser hijo es ser un detective: el que investiga la historia familiar, oculta bajo años de silencio y en cajones, cajas, sobres, cartas, cassettes, álbumes de fotos. Pero es también ser el ladrón: el que roba esas pistas, al padre y a la madre, para escribir su propia versión de la historia.
En la década del ochenta, la narradora emigró a España con su madre y un hermano tres años mayor. Para 1988, ese hermano ya no estaba. No solo eso: «para mí, ese fue el año en que nos olvidamos de él», se dice.
Esta novela reconstruye el mundo en que vivieron juntos con una minuciosidad obsesiva que es también una forma del amor, como si quisiera recrear esa vida perdida para que él, por fin, aparezca.