Los buenos gerentes de marketing contemplan el cierre de una venta no como el fin de un proceso, sino como el inicio de la relación de la organización con un cliente. Los clientes satisfechos que quieran adquirir el mismo producto más adelante, regresarán a la compañía que lo trató bien en el pasado. Si necesitan un artículo relacionado con el adquirido, los clientes satisfechos sabrán en dónde busca.