–Tanto campesino pobre, tanto barullo, tanta guerra, tantos socialistas, tantos sionistas. Entonces el zar busca un chivo expiatorio para echarle la culpa, como pasó en Kishinov. Todos juntos contra los judíos. Ahora todos juntos contra los japoneses. El asunto es que estén todos juntos contra algo; contra algo que no sea el zar, vei’z mir. Sacan a los hombres de sus casas para que vayan a chupar frío, a matar, a morirse; alguien ganará algo con esa guerra, pero seguro que no son los soldados que vuelven todos flacos, sucios y rotosos, seguro que no. Y menos el que no vuelve. Oy vei. Quisiera envolver todas las penas de los que van a la guerra en un paquetito y tirar el paquetito al río para que las penas se ahoguen o se las coman los pescados