, ante todo, a la perfección del plan y a la corrección de la ejecución: desmontando las obras literarias como si fueran piezas mecánicas defectuosas (para el fin que desearan alcanzar), anotando minuciosamente los vicios de fabricación; y cuando entraba en el detalle de la obra, en su expresión plástica, en una pala-bra, en el estilo, espulgando sin omisión las faltas de prosodia, los errores gramaticales