Eres un milagro, Victor. Entré en Facebook con la esperanza de que una chica de la que me enamoré cuando era niño me encontrase, pero no me encontró. Y ocurrió que una noche, de la nada, me pediste que fuera tu amigo. No sabía que existías. Estaría bien vernos, si te apetece, cuando hayas leído esto. Y si Oksana no te deja, no le hagas caso