¡Muy bueno! Es una lectura increíblemente hermosa.
Ha sido el único libro en mi vida que al terminarlo de leer, me regresé al principio y lo volví a leer completo. Para disfrutarlo de nuevo y entender mejor la historia, conocer mejor a los personajes. Porque es como una canción de Caifanes que cada vez que la escuchas te gusta mas, y necesitas volver a escucharla. Porque leer este libro es como escuchar un buen disco de rock. Cada vez le encuentras nuevas ideas, nuevos pasajes, nuevas frases, nuevas relaciones.
Sobre el tema, ¿Que decir? Reflejo de la mierda de sociedad, de autoridades, de gobierno en que vivimos.
Buscaré la poesía de Gabriela. ¡Ya la quiero leer!
Es una novela muy intensa de principio a fin y diría yo que necesaria porque plantea uno de los más grandes problemas que vivimos diariamente en México como lo es el feminicidio y que a pesar de que es un tema muy vigente y que diariamente fallece una decena de mujeres por "ser mujeres" y muchas de esas ocasiones el asesino (o en ocasiones actor intelectual) es un familiar, compañero de trabajo/escuela o alguien muy cercano; hay mucha gente que no logra dimensionar la problemática e incluso demerita a la gente que exige justicia.
Jauregui explora el tema, lo abarca de manera magistral antes, durante, después. Decodifica todo lo que piensan, sienten y el como actúan las personas cercanas a esta mujer que es hallada asesinada, logra transmitir toda la frustración y te hace empatizar con la víctima pero sobre todo con la gente alrededor de la víctima. Un libro muy desgarrador pero necesario. Denuncia también la ineptitud del gobierno mexicano para actuar ante esta problemática, el cómo se vive todo el proceso penal.
Parafraseando a Gabriela Jauregui, ¿realmente que es justicia?, la única verdadera justicia es que ella regrese a la vida, porque no hay otra cosa que se pueda hacer para realmente hacer justicia.
El principio y el final, en tono poético, son muy buenos, pero el resto del texto es chillón y paranoico, literatura feminista de nicho para quienes se asumen como víctimas vicarias y wokes indignados, políticamente correctos. Novela coyuntural, producto de su tiempo de quejicas.
Jáuregui mantiene una prosa poética que se envuelve en lo cotidiano, aquello que habita, hiere y sana. La comunidad marcada por la ausencia que lucha.
Feral es una novela que refleja ese lazo de amistad inquebrantable, muestra el miedo y lo cotidiano de ser mujer en un país donde la violencia es el pan de cada día.
Feral me dejó un huevo en el pecho.
Una urgente y necesaria historia sobre las amigas y el tema atroz del feminicidio. Con un giro de vuelta de tuerca al final. Muy recomendable.