En la huella de Thomas Bernhard, Appratto retoma el camino riesgoso que había transitado en Íntima, Se hizo de noche, 18 y Yaguarón y la premiada Como si fuera poco. Mientras espero es una novela construida sobre los momentos que transcurren en la fila del cajero automático, o para pagar una cuenta, o para entrar a un consultorio. Esos minutos en los que el tiempo se hincha y se expande forzando los límites de lo real, de la vida y el relato que hacemos de ella; esos minutos en los que el infinito parece algo tangible y la creación se libera a partir de la memoria y los sueños, el yo se vuelve excusa y personaje de un relato. Como un explorador, el poeta pone su cuerpo para internarse en el bosque de la ficción y va abriendo claros luminosos en los que queda al descubierto la propia literatura