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Salomé Esper

La segunda venida de Hilda Bustamante

  • Alejandrahas quotedyesterday
    Llegó a la puerta. ¿Había otra cosa posible en ese momento que no fuera el abrazo? No lo supieron. Fueron el uno al otro, como habían sido. Un abrazo de reencuentro, de haberse extrañado tanto. Álvaro la abrazó más fuerte porque era tanto tanto lo que la había extrañado y entonces Álvaro, sin soltarla, abrió los ojos que hasta ese momento estaban cerrados y apretados de tanto tanto amor, porque se acordó.
  • Alejandrahas quotedyesterday
    Lo mágico también puede ser torpe. Ese haberse fijado antes en él era una de las cosas que Hilda jamás contaría, que eran solo de ella.
  • Vanessa Pugahas quoted2 months ago
    La huida del padre Roberto era algo inédito para él, las langostas cubriendo las paredes de la iglesia eran algo inédito para él, consolar al viudo de una resucitada era algo inédito para él. Y descubrió, en esa inauguración de las cosas, un alivio que no había sentido en mucho tiempo.
  • Vanessa Pugahas quoted2 months ago
    ¿Adónde van los que se quedan?
  • Vanessa Pugahas quoted2 months ago
    No se rinde pleitesía a lo que nos separa de lo bueno, porque creemos que ese recorrido es solo nuestro, pero los malos, los metros malos, los metros cargados de desgracia, de dolor, se marcan con un trazo imborrable y siempre duelen y siguen doliendo.
  • Vanessa Pugahas quoted2 months ago
    Hilda se pasa los dedos flacos por el pelo ondulado y finito, se sonríe con lástima al pensar en lo difícil que resultará mantener esta vida en secreto cuando la vida de antes nunca tuvo algo especial, una vida promedio y una muerte promedio interrumpida por el milagro.
  • Vanessa Pugahas quoted2 months ago
    Mi mamá siempre dice que Dios nos da lo que podemos aguantar, pero yo no creo que sea así. Aguantamos porque nos ayudan. Sola no se puede ni con la felicidad
  • Vanessa Pugahas quoted2 months ago
    El dolor no era una línea, pero tampoco un punto, tenía una forma más caprichosa, inadvertida. Ya había pasado por eso al inicio, ya había salido de la tristeza, había intentado tener otros entusiasmos, abrirse a las personas aunque las personas insistieran con las mismas preguntas.
  • Vanessa Pugahas quoted2 months ago
    ella sonrió pensando que el plan funcionaría, él sonrió pensando que ella le sonreía. Cada uno fue feliz por separado en esa cama.
  • Vanessa Pugahas quoted2 months ago
    Hilda le dijo «Buenas tardes», suave, concreta, «Permiso» y se sentó del otro lado del escritorio, en una de las sillas tapizadas de cuero. Su voz era una línea perfecta trazada desde la muñeca del pescador hasta él, el pez a punto de morder.
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