Tres conejitos muy amigos entre ellos estaban convencidos que la habilidad que cada uno tenía era la mejor cualidad que podía tener un conejo. Damián encuentra que ningún otro conejo puede cavar madrigueras mejor que él. Y está muy orgulloso de ello. Fabián se da cuenta que él es el más veloz de los conejos, y finalmente Hernán, con sus inmensas orejas tiene el oído más agudo. Cada uno de los conejitos espera que los demás amigos lo reconozcan como el mejor de los conejos. Cuando se encontraron esta vez, cada uno se enfrascó en destacar sus propias cualidades. Esto se transformó en una acalorada discusión a gritos que llamó la atención a un hambriento lince que se encontraba cerca. El lince capturó fácilmente a los distraídos conejos y se los llevó a su choza para cocinarlos. Allí los colocó dentro de un canasto metálico con una pesada roca encima para evitar que escaparan, mientras él preparaba la olla.Estando bajo tensión, los conejitos finalmente se dan cuenta que sus habilidades individuales son inútiles para poder escapar…..a menos que ellos combinen sus destrezas.Una astuta y bien planeada cooperación de las habilidades de Damián, Fabián y Hernán los podría liberar de la olla del lince. La tensión sube cuando comienzan a llevar a cabo el plan, ya que todo debía hacerse sin que el lince se diera cuenta.Descubra usted mismo cómo estos conejitos llegaron a estar en esta terrible situación, todo el esfuerzo que debieron desplegar para escapar y lo que aprendieron con esta experiencia.