La derrota de Occidente

El sistema occidental actual aspira a representar la totalidad del mundo y ya no reconoce la existencia de ese otro. Pero la lección de Ferguson es que, si ya no reconoces la existencia de un otro legítimo, tú mismo dejas de existir. La fuerza de Rusia, en cambio, reside en su capacidad de pensar en términos de soberanía y de equivalencia de las naciones: teniendo en cuenta la existencia de fuerzas hostiles, puede garantizar su cohesión social.

Sin la rivalidad entre las naciones, sin el ejercicio de la guerra», escribe, «la propia sociedad civil tendría apenas razón de ser y dificultad de encontrar una forma»

comprensión de la realidad no es equivalente, y la asimetría juega a favor de Rusia.

la interpretación más común del término, que lo define como un amoralismo derivado de la ausencia de valores.

El nihilismo, tal como yo lo entiendo, tiene dos dimensiones fundamentales. La más visible es la física: una pulsión destructiva de cosas y personas, una noción que a veces resulta muy útil a la hora de estudiar la guerra.

nihilismo tiende irresistiblemente a destruir la noción misma de verdad, a prohibir cualquier descripción razonable del mundo.

nihilismo ruso del siglo XIX.

las tribulaciones que puede causar la desintegración terminal de la matriz religiosa cristiana en Occidente, en particular de la variante protestante.

En este libro conservaré, por supuesto, los elementos de la geopolítica clásica: nivel de vida, fuerza del dólar, mecanismos de explotación, relaciones objetivas de poder militar, un universo más o menos racional en apariencia.

En Après l’empire, por ejemplo, interpreté la agitación diplomática y militar de Estados Unidos como «micromilitarismo teatral»