En esta recuperación de correspondencia escrita y enviada por el maestro Fernando González a su hijo Simón González Restrepo, por supuesto sin intención alguna de llegar a ser publicadas, se revela al lector un ser humano desconocido, o apenas instituido en su nutrida obra de analítico y profundo pensador; duro, no pocas veces.
Es la faceta del padre amoroso, intimo ¡y generoso que con familiar ternura se da a los suyos en lo que de material y de espiritualidad tiene
Hay en estas cartas un invaluable retrato de Fernando González; cómo procuraba el dinero para sobrevivir y mantener a su familia; cómo resistía a los embates de su propio cuerpo y cómo quería a ese muchacho que se le iba para Estados Unidos a estudiar. En esta escritura epistolar palpita el amor filial de un padre esmerado. Y más que de un padre, de un pedagogo, un pensador — Felipe Restrepo David