Considero que, como mujeres chilenas y latinoamericanas, tenemos el deber de seguir luchando por una sociedad más justa, para poder disminuir lo más que se pueda la discriminación, el abuso, la desigualdad, etcétera. Tenemos el deber de educar a niñas y niños para erradicar estos estereotipos. Además, siento que el desafío es lograr unirnos como comunidad científica para poder conseguir un cambio mayor.