Es horrible. Así que ahora mismo, Lizzie… Si no quieres que te ame, dímelo y me detendré. Me iré y dejaré de amarte. Apártame, si quieres. Físicamente, quiero decir. O dime que me vaya, y lo haré. Pero si hay una pequeña parte de ti a quien le guste esa idea, un fragmento de tu ser al que no le importe que me enamore de ti accidentalmente, entonces acércate más a mí. Llévame a tu casa, a tu cama, y deja que te demuestre cuánto me estoy enamorando de ti. Déjame que le enseñe a cada centímetro de tu cuerpo lo loco que estoy por ti.