¿pero quién también, es capaz, de acuerdo con la visión de Blake, de no imaginar para sí la posibilidad contraria de que el existir es ya, por principio, paradisiaco, lo que a su vez permitiría la formulación de una forma conjetural de infierno que consistiría en estar equivocados y que pensáramos que la vida es el Cielo, pero un cielo deficiente y siempre, en el fondo, decepcionante?