Jorik, el adalid de Atlán, se encarga de custodiar el Centro de Procesamiento de Novias Interestelares de la Coalición en el planeta Tierra. Protege sin reparos tanto a los guerreros como a las futuras novias… hasta que, por primera vez, ve a Gabriela, quien es todo lo que la bestia dentro de él anhela: una mujer delicada, con curvas e intrépida. Jorik sueña con cortejarla apropiadamente, de tal modo que Gabriela acepte el reclamo de su bestia, para hacerla suya en cuerpo y alma. Sin embargo, cuando el peligro acecha y la bestia toma el control, Jorik obtiene una inmediata destitución de su cargo en la Tierra y debe marcharse.
Gabriela se enamora del adalid alienígena que luchó para salvarle la vida y luego desapareció. Tiempo después, descubre que Jorik fue asesinado en una batalla contra la Colmena, y continúa con su vida de la mejor forma posible, en compañía de un hermoso recordatorio de él: su bebé.
Cuando Gabriela se entera de que Jorik no está muerto, sino que ha sido destinado a vivir en la Colonia, ella y el bebé son enviados allí para buscarlo. ¿El problema? No solo Jorik está contaminado, sino que también ha sido emparejado mediante los protocolos del Programa de Novias Interestelares. Y no precisamente con Gabriela.