Estas páginas van desgranando, poco a poco, el misterio de Jesús de Nazaret. Y lo hacen de manera sencilla, sin artificio. Cada capítulo invita a la reflexión, pero también a la oración. Al abrigo de las reflexiones y de las cuestiones que nos propone el autor, estamos invitados a hacer un viaje por nuestra experiencia de fe y de vida, compartiendo las inquietudes, inaugurando esperanzas y aprendiendo a mirar nuestra tierra y nuestra gente toda, como decía Jesús que a Dios le gusta hacer. El gran desafío y al mismo tiempo también el gran regalo de Dios es acoger la humanidad de Jesús para revelarse en toda su plenitud de amor y de perdón. Por eso Jesús es el Hijo amado, su encarnación, su rostro visible.