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Juan Pablo Villalobos

Si viviéramos en un lugar normal

  • Rebecahas quoted2 days ago
    La caja descansaba sobre una roca enorme que flotaba en un Universo sin razón y sin sentido, y yo me preguntaba qué habría pasado si nunca hubiera nacido.
  • Rebecahas quoted3 days ago
    La educación religiosa tenía unos sesgos muy convenencieros a favor de preservar la vida
  • Rebecahas quoted5 days ago
    Yo quise darme el gusto de recriminar a Aristóteles, pocas veces en la vida se le presenta a un hermano menor una ocasión tan bonita de chingarse a su hermano mayor
  • Rebecahas quoted5 days ago
    Juan de Irapuato se puso a demostrarle que sabía azotar en la cara como Dios manda. Cuatro veces. ¡Toma! ¡Toma! ¡Toma! ¡Y toma!

    JAJAJAJ

  • Rebecahas quoted5 days ago
    Las turbas son como los extraterrestres, que les vale madre la lógica
  • Rebecahas quoted7 days ago
    empezó a carcomerme una voraz aflicción: ¿todo el mundo era igual?

    ¿Había huizaches en Polonia?

    ¿Y en Disneylandia?
  • Rebecahas quoted7 days ago
    prologar esta reconvención–, nosotros somos de la clase media.

    A mi hermano no le gustaba ser pobre, pero la pobreza de los peregrinos circundantes no modificaba la nuestra, si acaso nos dejaba clasificados como los menos pobres de ese grupo de pobres, lo cual lo único que demostraba era que siempre se podía ser más y más pobre: ser pobre era un pozo sin fondo.
  • Rebecahas quoted7 days ago
    Yo no llevaba un espejito, así que no podía verme la cara, pero debe haber sido una cara muy chingadamente expresionista
  • Rebecahas quoted7 days ago
    producían, la cual comprobaríamos de inmediato: que semejante alboroto sólo podía provenir de una turba de despeinados.

    Alabaréeeee, alabaréeeee, alabaréeeee, alabaréeeee, alabaréeeee a mi Señor.

    Son las queeeeeeeeeeejas y plegaaarias de tus hiiijos de San Juaaaaaan.

    –¡Peregrinos, perfecto! –exclamó Aristóteles, encantado con la idea de unirse a la desafinada procesión.

    –¿Te caen bien?

    –No seas pendejo, así nadie nos va a ver, nos metemos entre los peregrinos y caminamos hasta la entrada de la Mesa, allí nos desviamos nosotros.
  • Rebecahas quoted7 days ago
    El pueblo era tan católico que estaba rodeado de espinas. Cuando por fin retomamos el camino para bajar hacia la carretera, vimos los ríos de gente que llenaban la pista y escuchamos el estrépito despeinado de sus cánticos. Ésa era la primera impresión que
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