Sin Miguel
¿Sabés lo que ha pasado desde
que te fuiste, Miguel?
La mentira se viste de mentira
para mentir dos veces en
las ginebras pastosas, las
melancolías de la búsqueda
de algún olor a flor inolvidable.
Lejos de la ribera donde
el ser no es ser sino recuerdo
de su dureza y la manera
de silenciarse en uno no se va,
conservo tu avidez de ángeles
que no fabrican lunas, sino
la lengua más perdida, la del
banco de espera en la estación
por la que nunca pasan trenes.
Escribirás en los
cuadernos del abismo, saltar
hacia adelante es eso:
el espejo y el ojo
en los astros pegados al cielo
con desesperaciones restantes.