El Teniente Carlos García, miembro de los servicios de espionaje del Ejército de Guatemala, encuentra un cadáver. Dos cosas lo sorprenden: la presencia de agentes de la policía secreta y no encontrar el nombre del muerto en las listas que su misma oficina elabora diariamente. La curiosidad de saber la identidad del hombre asesinado lo lleva a peligrosos descubrimientos, entre ellos, que su cuñado Tono Gómez está metido en la guerrilla. Para salvarle la vida, lo lleva a la frontera con México. Ese gesto de ancestral rito familiar comporta un castigo: García será enviado al frente, en la selva, a luchar contra los insurgentes. Allí descubre un infierno, hecho de calor natural y de maldad humana. El hombre de Montserrat nos arrastra por los meandros circulares del mundo de la guerra informal en un país centroamericano y nos descubre, con los mecanismos del thriller, que una sociedad envilecida y corrupta es un pozo sin fondo y sin compasión.