Este libro aborda el problema del espacio-territorio, simbolización y representación, reforzando el vínculo existente entre el quehacer geográfico y el antropológico. La relación de ambos campos disciplinarios resulta primordial, pues todo lo que acontece sucede en una temporalidad y espacialidad determinadas. Así, los mapas, croquis, dibujos y pintura murales están cargados gran sentido social.