Tras la publicación y rápido ascenso a la fama más estrepitosa de La conjura de los necios, los críticos y lectores que habían aclamado esa novela —un auténtico «libro de culto» de la literatura contemporánea— comenzaron a oír rumores de que su autor, el suicidado John Kennedy Toole, había dejado otra novela inédita. La noticia fue confirmada por la madre y albacea del autor, pero en una farsa esperpéntica, digna de La conjura de los necios, el manuscrito de La Biblia de neón fue objeto de numerosos litigios, hasta que por fin un juez decretó que o bien los herederos encontraban la manera de repartirse la novela —algo imposible—, o bien se autorizaba su publicación y el reparto se hacía sobre el dinero producido por el libro. En suma, una historia que John Kennedy Toole hubiera encontrado digna de su despiadado sarcasmo. David, el protagonista de La Biblia de neón, es un adolescente que vive en una población miserable del profundo Sur. Una Biblia de neón ilumina el cielo por las noches, y durante el día el fanatismo religioso y la malevolencia hacen estragos en la vida de los ciudadanos. El padre de David pierde su trabajo, no puede seguir pagando su contribución a la Iglesia, y esto marca el inicio de una decadencia que les convertirá en parias dentro de la pequeña comunidad. No hay muchas alegrías en la vida de David, excepto las que llegan de la mano de tía Mae, una hermana de su madre que tras una fantasmal carrera como cantante, y ya con sesenta años, escandaliza a los bienpensantes con su pelo teñido de rubio, sus vestidos de colores chillones y sus decrépitos novios. Tras una decepción amorosa y un sangriento y escalofriante episodio, el joven David se apresta a una nueva vida en otros horizontes. John Kennedy Toole escribió La Biblia de neón a los dieciséis años, tras terminar la escuela secundaria. Son visibles en el libro las influencias de Flannery O’Connor y del «gótico sureño», que el autor admiraba. Pero La Biblia de neón es una espléndida primera novela, que revela a un escritor que a tan temprana edad posee ya una voz propia y una sorprendente maestría. A pesar de no ser una novela cómica, el lector podrá advertir en ella los trazos del negrísimo humor que el autor desarrollaría en todo su esplendor en La conjura de los necios. «En La Biblia de neón, una novela de una extraordinaria imaginación, podemos ver los comienzos de la sátira y la ironía presentes en La conjura de los necios. A muchos de nosotros nos ha llevado años de duro trabajo lograr un estilo tan perfecto como el que exhibe John Kennedy Toole en su primera novela. Un talento notable en un escritor tan joven.» (Walker Percy)