Eres un adicto al vínculo tóxico si:
* En momentos de tranquilidad te sientes aburrido, te desesperas y piensas cosas como: «es que no me siento vivo», entonces, eres un adicto.
* Al separarte de esa persona tóxica comienzas a experimentar fuertes síntomas físicos tales como: dolor, náuseas, falta de apetito, pecho apretado, explosiones de ira, explosiones de llanto, taquicardia, hipervigilancia, ansiedad, pensamientos invasivos y recurrentes, conductas compulsivas, ataques de pánico y hasta quiebres con la realidad.
* Presentas conductas compulsivas como el acoso, llamadas telefónicas y chats múltiples, te apareces por su casa o trabajo, etc.
* Te es imposible disfrutar los momentos positivos y de tranquilidad que te presenta la vida.
* Te sientes desesperanzada y te es imposible visualizar un futuro sin esa persona.